Haciendo un alto a mi agitada (claustrofóbica)  semana de parciales y a unas cuantas horas de mi primer parcial de econometría II, me siento orgulloso de que este blog haya sido recomendado por Peru21 en su espacio diario mundo blog.

La verdad que hubiera pasado inadvertido por mi, sino fuera porque tenía que revisar una info anoche y aproveche para revisar mi blog donde encontre un comentario de Juan Carlos Goicochea con la buena nueva. Automáticamente revise si era cierto, y al confirmarlo me embargo la alegria (algo de fama siempre cae bien). Ahora estoy en la busqeda de la edición de ayer de Perú21 en todos los puestos de periódico donde voy. 

Es preciso recalcar que es un pequeño avance para la comunidad económica de la blogosfera, pues nos indica que vamos por buen camino en nuestra labor de acercar nuestra ciencia a la comunidad, a pesar de las críticas. Es claro que muy buenos blogs amigos continuarán apareciendo (si es que no lo hicieron ya) ahora que la economía esta de "moda". Agradezco a Peru21 por la recomendación y al creador de ombloguismo por el dato.

Yo no uso mi CMR!


La billetera está vacía. Pero aún así te animas a ir al centro comercial. Te das cuenta que tu billetera no está tan vacía, es más, esta rellenita. Pero no hay billetes. ¿Qué hay entonces? Una tarjeta de crédito por cada tienda a la que vas. Entras a Saga Falabella y vez la oferta del siglo: eso que siempre quisiste con 20% de descuento y encima ¡lo puedes pagar en cuotas! Corres a la caja, sacas tu CMR, firmas y te vas feliz. Aquí comienza la historia.


El crédito como herramienta de acceso al sistema financiero ha probado ser eficiente en muchos términos, especialmente en los casos de créditos de consumo y en el programa mi vivienda. Las personas al acceder a una tarjeta de crédito amplían sus posibilidades de consumo actual, reduciendo su presupuesto futuro. En el Perú, por el crecimiento grande y sostenido que viene teniendo, la liquidez del sistema financiero se ha incrementado enormemente, básicamente por el papel de las AFP, el crecimiento de los ahorros y la entrada de nuevas empresas. Todo esto amplió el mercado de crédito, haciendo que sea de fácil acceso y barato en muchos casos. Más personas ingresaron al sistema, lo que permitió a un grupo enorme de gente sentirse “parte” del boom económico del país. Todo bien hasta aquí.


El problema económico aparece aquí por todos lados. En primer lugar el crecimiento de la demanda interna se ha respaldado en consumo de crédito. Las personas están consumiendo más a expensas de su futuro. El crédito de consumo, es cierto, ayuda a mejorar tu calidad de vida, pero no es eficiente desde el punto de vista de las familias, pues disminuye su capacidad de ahorro. El crédito sólo es recomendable para gastos en bienes duraderos, como la vivienda, una tv o un auto, pero no para comprar arroz o una bembos a la semana. Acumular tarjetas de crédito sin una cultura del crédito, sin saber sus riesgos, pude cobrar muchas víctimas. Obviamente Ripley y Saga te enamoran, te seducen y muchas veces te atrapan. Lo mejor es la compra al contado y usar el crédito cuando sea necesario. El crédito no esta mal pero hay que usarlo con cautela, no esperemos a que aparezcan los hombrecitos amarillos de Ripley.


Para variar el problema no parece serio cuando hablamos de una familia, pero en conjunto suena diferente. El crecimiento de la demanda interna es respaldado en buena parte por el consumo a crédito. La producción aumenta, crecen las empresas, el PBI aumenta y todos felices. Tan fácil no puede ser. El crecimiento de la demanda interna tiene presiones inflacionarias, que se hacian cada vez más notorias desde el 2006. Esto lo saben muchos en la SBS, pero no hicieron nada para regular el mercado del crédito (las tarjetas se entregaban en días, sin un minucioso análisis crediticio, además cada tienda tenía su propia tarjeta) sobre todo por que la tasa de inflación era baja y la economía iba bien, “no espantemos la inversión”. Pero hoy, con la inflación inesperada, recién se toman medidas para reducir el nivel de créditos de la gente. Al elevarse los precios, la gente empieza a consumir a crédito esperando salvaguardarse, presionando más la demanda interna, minimizando los efectos de la política monetaria que hace unos meses empezó a elevar la tasa de interés de referencia, haciendo el crédito caro y espantando a la gente para no usar sus tarjetas. La advertencia estaba dada hace mucho. El nivel de créditos crecía demasiado rápido, creando una ilusión de bienestar en la gente. La tasa de morosidad esta baja, no porque hay menos morosos, sino porque hay más gente nueva endeudada. No es la principal causa de la inflación, es notorio, pero es relevante de analizar.


Carranza en su momento evito el tema (mucha coincidencia que se fue cuando las papas estaban por quemarse). Valdiviezo ahora lo afronta a manera de usar todas las herramientas posibles para “combatir” la inflación (término periodístico muy malo, pues la inflación no se combate, sólo se mitiga). La idea no es desaparecer el crédito, sólo es sincerar el consumo de la gente.

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Economía XXI - Designer: Douglas Bowman | Dimodifikasi oleh Abdul Munir Original Posting Rounders 3 Column