El marco jurídico que representa la constitución es lo que cualquier inversionista revisa antes de poder invertir en un país, pues representa las reglas del juego a un territorio el cual no conoce (para el caso de extranjeros). En el caso del Perú no es la excepción. La constitución de 1993 con todas sus enmendaduras, está ahora sometida a múltiples críticas por razones políticas en casi todo su conjunto. El regreso de la constitución de 1979 por entero representa el retorno hacia un marco jurídico más justo. No tocaré temas que escapan a mi capacidad (no soy abogado y mi curso de derecho económico no me permite tales atribuciones.). Pero si quiero expresar algunos puntos concernientes a diferencias entre ambos textos, referentes al capítulo económico, que es el que genera el mayor debate ahora.


Analizando ambas, uno se puede dar cuenta la enorme diferencia que existe. Comencemos revisando la de 1993. El capítulo económico expresa claramente en primer lugar que el Estado es una economía social de mercado (¿el Perú?) y que “promociona” los servicios básicos a la población. Además establece que sólo puede ejercer actividad empresarial en caso de otorgar subsidios, cuando sea absolutamente necesario. Con eso se aclara perfectamente el modelo del Estado: liberal por donde se le mire. El Estado solo está facultado a incentivar la prestación de servicios públicos (las privatizaciones de los 90) y además no puede ejercer actividad empresarial a menos que sea en defensa de motivos de “interés publico”. Totalmente liberal acomodando el modelo de no intervención estatal en la economía, modelo típico de los años 90, bajo la convención de Washington.


Por primera vez aparece el término de los contratos-ley. Una forma de otorgar seguridad y garantías a los contratos del Estado, para evitar posteriores enmiendas de cualquier tipo. Sin duda este el artículo que genera mayor debate ahora, pues impide al Estado corregir los “errores” cometidos en los contratos de estabilidad jurídica y, sobre todo tributaria, en las épocas en que la inversión era incipiente y prácticamente había que rogar para que se invierta en el Perú. Hoy las cosas son así, pero los contratos otorgan a las empresas, que se quedaron desde esa época, protección como si el país aún fuera inviable.


Entre otras cosas, fija fechas fijas para las presentaciones de informes; establece que el BCRP sólo debe regular la moneda y el crédito del sistema financiero, administrar las reservas internacionales a su cargo, entre otras; además resume sal mínimo el papel del Estado en la regulación del régimen agrario.


Vayamos ahora 14 años atrás. La asamblea constituyente ha terminado y promulgaron la constitución del 79. De por si esta constitución es más larga que la del 1993. Sus artículos son más extensos y en la mayoría prima una norma que será motivo de discusión y eliminación en la del 93: el interés social. En este texto, el Estado toma más atribuciones en temas económicos. Tiene derecho a tener actividad empresarial, toca del tema de la distribución equitativa de la riqueza, se forma como un ente planificador de los sectores y se reserva sectores de la producción que sólo él puede manejar (sectores estratégicos).


En esta constitución, el Estado tiene una presencia mayor dentro de la economía. Es un ente más que regulador, es planificador. El Estado se permite dirigir la economía bajo toda circunstancia para llegar a los objetivos planteados. Además que se guarda el derecho de restringir actividades cuando se atenta contra el interés social. Puede intervenir en la actividad económica en caso de situaciones graves. En cuanto al tema agrario, le da un mayor peso como prioridad que la constitución del 93. Como se observa, esta constitución, en esta materia, es sumamente reguladora y planificadora. No significa que sea una economía social. Es de mercado, pero bajo el modelo el planeador social, casia adoptando un modelo neoclásico que no reconoce la habilidad del propio mercado de autoajustarse.


La constitución del 79 suena y luce como una muy avanzada en materia económica para su época, pero hoy en día no. Definitivamente tiene artículos más eficientes y claros que los del 93, y conserva derechos del Estado que desaparecen después. Pero hoy en día corresponde a romper con un “orden” establecido 15 años atrás. Nadie niega que el Estado pudiera mejorar si se regresara a dicho orden del 79, bajo ciertos cambios, como perfeccionar el concepto de interés social, que podría representar un peligro para cualquier política que pretenda invadir derechos fundamentales. Además como la eliminación de los contratos ley, que tantos problemas crean ahora. Terminar con el capítulo del 93 implica luchar contra intereses muy grandes, lobbies como los de Telefónica o mineras, que verían atentados sus intereses con un cambio de tal magnitud, pues sus contratos no se impugnarían pero si podrían afectarse unilateralmente con medidas que si estarían ahora dentro de la ley.


El mundo ha cambiado desde hace 30 años, por tanto retomar una carta magna integralmente es ilógico. Si se hiciera, tendrá que adoptarse con grandes cambios acordes a la época. Que esto suceda (osea si es que alguien es este mundo logra convencer a crazy horse), es otra cosa.

Movistar: pura pérdida


La tarifa única a nivel nacional para cualquier teléfono que exista (sea del tipo que sea) es ahora una realidad, única en la región. Para los pesimistas de nuestro atraso en materia tarifaria en Latinoamérica, incluyéndome en algunos casos, debo decir que la estrategia de precios como nueva forma en la guerra de los celulares me tomo por sorpresa. La primera vez que escuche la promoción, en la voz de Claro, temí una suerte de engaño, como la mayoría de las promociones. Y era evidente, el costo de inscripción de 5 soles para hacer efectiva la nueva tarifa única resultó la trampa. La competencia Movistar salió a las pocas semanas con la misma promoción pero sin costo de inscripción y válida hasta fin de año. Era más que evidente que no iba a dejar sola a Claro en la estrategia novedosa, pero esta vez más poderosa. Claro también retiró su promoción con costo de inscripción pero aún no era publicitada. En mi caso, por intuiciones de mercado, llame al centro de atención 123 y pude recién afiliarme gratis sin temor a perder 5 soles (son 50 sms por favor!). Eso fue más de un mes atrás, aunque Claro recién haya puesto en pantalla el nuevo spot del tun (tarifa única nacional), supongo que por cuestiones de marketing (algo que no me atrevo en profundizar).

Ahora, ¿cómo es posible que estas empresas puedan tener ahora estás tarifas? La respuesta está a la mitad. Movistar es una empresa que ha trabajado siempre con pérdidas (desde 1999 hasta el 2006, siendo el 2007 el único año donde obtuvo utilidades). Contablemente es una barbaridad porque, a primera vista, la empresa no cubre la totalidad de sus costos con sus ingresos. Económicamente aún más, pues el costo de oportunidad de sus activos y los costos de operación no igualan a sus ingresos. Vayamos por el último lado. Por definición, una empresa debería cerrar cuando sus costos variables medios (costos totales menos sus costos fijos) son iguales o menores inclusive a su ingreso medio (o a sus costos marginales). En el caso de Movistar, ¿por qué seguía operando con pérdidas? Porqué si no vendiera nada, perdería más. Es un caso de corto plazo dentro de la teoria económica que facilita un entendimiento para el caso. Cuando el costo marginal (costo de producir una unidad más) es igual al ingreso medio (precio del bien), se verifica el nivel de producción óptimo. En este caso excepcional de pérdidas, sucede que este punto de producción todavía es mayor al nivel de costos variables medios (costos variables totales entre el nivel de producción), osea que puede soportar en parte el costo fijo de la empresa y puede seguir operando. Si cerrará, los ingresos medios serían nulos, pero aún tendría que pagar los costos fijos, asumiendo que el cierre de una empresa no es un proceso corto como sucede en la realidad. Es decir, bajo la teoría económica si pueden existir empresas con pérdidas en el corto plazo.

Movistar no es una empresa que produzca algo, sólo ofrece servicios de telefonía celular. Sus costos variables serán mínimos conceptualmente y probablemente estarían en función a las ventas del periodo anterior, es decir, los costos fijos representan un gran porcentaje de total de costos, pues es básicamente gastos administrativos y algunos de operación. Gastos de publicidad no son asumidos por Telefónica Móviles S.A. sino por Telefónica del Perú S.A.A., matriz de la empresa en el Perú. Entonces, al ver el nivel enorme de costos fijos que tiene la empresa (revisando sus estados de ganancias y pérdidas año tras año) y tomando en cuenta la teoría económica anterior, podemos entender la subsistencia de la empresa. Pero, ¿que motiva a Telefónica a seguir operando? La inversión. Podría ser fácil afirmar que una situación así en el largo plazo no se puede sostener y lo mejor es abdicar. No, no es así. Una empresa del tamaño de Movistar tiene montos de inversión hundidos sumamente elevados, vale decir infraestructura, que así nomás no dejará por encontrarse en situación de pérdida. No es una cuestión administrativa, sino de mercado. Además, Movistar no esta sola, tiene el apoyo de la matriz Telefónica, que puede absorber las pérdidas generadas, todo esto mediante una segunda empresa: Telefónica Móviles Perú Holding S.A.A.

Esta empresa es la responsable de la subsistencia de Movistar, pues es su accionista mayoritaria con el 96.05% de las acciones. Su única objetivo como empresa es: adquirir y ser titular de acciones, participaciones u otros títulos de sociedades u otras entidades, cualquiera que sea su objeto o actividad. Vale decir, Telefónica Móviles Perú Holding es el colchón que soporta las pérdidas de Movistar y las convierta en utilidades mediante otras operaciones que comprendan inversiones en otros negocios. Sólo una empresa como Telefónica puede hacer estas maniobras de sobrebvivencia, naturales en los conglomerados (por ejemplo, Prima AFP con su colchón el Grupo Romero). La conversión de pérdidas a utilidades no es directa. Telefónica Móviles Perú Holding toma las pérdidas dentro de su balance general como participación en subsidiarias (Movistar), pero genera utilidades con otras operaciones de mercado. Al final, la matriz Telefónica del Perú recibe una empresa rentable. Esto es juego de grandes.

Todo tiene su final y nada dura siempre. Simbólica canción que expresa una época que evoca a muchos la llamada era de la salsa dura y que a su vez expresa ahora el inicio del fin de un subsidio a la contaminación. El pasado lunes 2 de junio el gobierno sacó del fondo de estabilización de combustibles a las gasolinas de 95 y 97 octanos, mediante la ampliación de la banda del fondo de estabilización (también esta la gasolina de 98 octanos). Esta medida deja sin subsidio a parte del total de combustible consumido en el país, aunque en realidad se supone un subsidio a la producción de las refinerías.

Tampoco es una reducción considerable del fondo, que gasta por semana cerca de 80 millones de soles y espera un crédito suplementario por 200 millones más. Las gasolinas que han sido “liberadas”, apenas representan el 1.6% del total de ventas de las refinerías, según datos del ministerio de energía y minas para abril pasado. Pero, la importancia de este hecho, es que el gobierno ha empezado un proceso que, espero, pretenda sincerar los precios de los combustibles, para que el proceso del cambio de la matriz energética del país cambie, osea dejar el petróleo por el gas natural. Asumo que así es, pues un subsidio como este ya esta siendo imposible de mantener debido a la enorme volatilidad de los precios del crudo, que fácil lleguen a los 200 dólares por barril antes de fin de año.











Pero, ¿cómo funciona el fondo de estabilización de precios de los combustibles? En un principio, en el 2004, la primera política que se aplico para reducir el precio de los combustibles y que no acareé malestares en los consumidores, fue reducir el impuesto selectivo al consumo, que en el caso de los combustibles es un porcentaje fijo. Esta medida fue desestimada debido a la creciente alza del precio del crudo, ya en ese entonces. El fondo de estabilización nace en el 2005 con el supuesto de que el precio del crudo aumentaría, pero también se reduciría; entonces se conformó con un aporte inicial del gobierno (s/. 60 millones), y después se conformaría con aportes de productores e importadores efectúen a los precios de los productos, dependiendo de si los precios de referencia de los combustibles se encuentran por encima o por debajo de la franja de precios establecida para cada uno de los productos. Esta franja es elaborada por el MEF, asumiendo los precios que pública el Osinerg, siendo esta franja cambiada muchas veces. En caso el precio de paridad (precio de referencia actual del crudo) supere el techo de la franja, el fondo subsidia a las refinerías, en caso contrario, el precio de paridad este por menos del piso de la franja, las refinerías tendrán que aportar al excedente al fondo. En un principio, se suponía un fondo sin intervención de fondos públicos, pero al ser el Estado su única garantía, se hace más acorde técnicamente a un financiamiento directo.









El fondo actualmente tiene una deuda por 1300 millones de soles, que representa cerca del 0.2% del producto bruto interno, deuda que a su vez se va acercando a los ingresos en el año 2007 por impuesto selectivo al consumo sólo para combustibles, que fue de 2419 millones. A pesar que esta deuda es acumulada desde la creación del fondo (desde el 2005), el gobierno sigue en su política adicional de reducción en la tasa del selectivo al consumo, que se refleja en las cifras: 3176 millones en el 2004 y 2419 millones en el 2007. Considerando en este mes, una nueva rebaja que, de seguir existiendo el fondo, igualaría la deuda por el fondo a los ingresos por el selectivo, además que se elevaría a un 1.2% sobre el producto bruto, considerándose incontrolable por su cercanía a la meta de 2% de superávit fiscal.








No cabe duda que la situación no es fácil de manejar, considerando que la creación del fondo si fue una necesidad para salvar la “competitividad” del país, siendo los costos de transporte vital para los precios del país. Es natural que el aumento del precio del crudo incremente severamente los precios también de la cadena de productos a los que está ligado, razón por la cual la tasa inflacionaria no se ha elevado más de lo debido, pues no se han sincerado los precios, aislando al país de procesos que se ven en todo el mundo. No quiero parecer como partidario de la eliminación del fondo, aunque la idea me atraiga más de lo debido. Estos precios mundiales seguirán creciendo por cuestiones meramente especulativas de la OPEP, el monopolio que controla el mundo, y por lo tanto la represión a sincerar los precios de los combustibles en general nos llevará a crear una bomba de tiempo que tendrá que explotar cuando los precios sean inaguantables.

Solución: ¡el cambio de la matriz energética! Es urgente que la plaza vehicular urbana se cambie del diesel o gasolina a gas natural, que nos permita un autoabastecimiento. El cambio no es fácil, pero tuvo que hacerse hace mucho. ¿Porqué no se hizo? Ni idea, pregúntenle a Toledo. Ahora se hace más evidente que los esfuerzos son cada vez mayores, sobretodo porque hay ya la firme decisión de terminar con el fondo, que sólo subsidia una competitividad fantasma, irreal que no es sostenible. Ahora el gas no es la panacea, pero no tenemos otra opción mejor. El gas es bueno para la circulación urbana, no siendo así para el transporte de carga o interprovincial, debido a las dimensiones enormes que tendrían que tener los tanques dentro del vehiculo. ¿Alguien dijo los biocombustibles? Si, claro, si quieren olvidarse de comer pan en el desayuno.

;;
Economía XXI - Designer: Douglas Bowman | Dimodifikasi oleh Abdul Munir Original Posting Rounders 3 Column